Me considero una mujer de tripa fuerte, no hay comida local que me mueva el piso o me tire al baño (y aqui hablo por mi.... lo siento Fran), pero el viaje Salta-Cayafate es para otra generación. La nuestra fue generación
Pepto-Bismol.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzwdj-v3A4IygEiMFNzTi1bf-J8oRxw5e_zgRCoh3Nm1_mqLEj9o002MxQAKFcx728-tI1F2A9J5fbKSqDOq2WmPHC-cH_vd_93b8ZHZibHZejTttG1QXpYTAo34DS8V6W3X7OK83GLg/s200/15032011-DSC_0454.jpg)
En la terminal de ominibus de Salta conseguimos a $50 (
Flecha Bus) el viaje a Cafayate. Una vez llegamos la guia de viajes nos mostraba una infinidad de lugares para conocer y divertirnos en los viñenos, las montañas, las cataratas, etc, etc. Solo no contabamos con que nuestros cuerpos estaban en una actitud "
The Biggest Loser" más que "
Survivor". Aun así fuimos a un lindo hostel del cual no recuerdo el nombre, la calle es entre Buenos Aires y Catamarca y entre Alvarado y Mons. Diego Pedraza; ahi retamos una bicicletas en excente estado y excelente precio, nos dieron un mapa y una ruta de 8 km.
Solo hicimos 5 km.
Excusas, excusas pero para quien no esta acostumbrado a nada cardio-vacular (como nosotros) vera el arduo y caluroso trabajo de subir una cuesta empiedrada. Aun asi fue todo un encanto el paseo, lo recomendamos. Luego de eso un par de vueltas al pueblo, un par de fotos a la iglesia, un par de cafes y de vuelta para Salta.
Oh dios... aqui vienen las nauseas....
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